Es necesario que los distintos profesionales de la salud estén familiarizados con los cambios fisiológicos que ocurren con la edad, así como con toda la problemática social y psicológica que rodea a este colectivo.
Es importante recordar que muchas veces el fármaco puede sustituirse por un ambiente adecuado familiar y afectivo gratificante.
De una forma más específica se pueden desarrollar actividades del tipo de:
- Simplificar los regímenes terapéuticos.
- Comprobar de forma sistemática los efectos terapéuticos, tóxicos y el cumplimiento de la pauta terapéutica.
- Para aumentar la cooperación: educación y asesoramiento al paciente.
- Evaluar las características personales del paciente: motivación, capacidad de aprendizaje, memoria, destrezas manuales ,etc.
- Reforzar la responsabilidad del paciente ofertando información.
- Establecer una rutina de medicación.
- Adecuación de los sistemas de seguimiento.
Estos dos últimos aspectos pueden trabajarse de forma conjunta : todas aquéllas intervenciones que se utilizan para mejorar el cumplimiento de los tratamientos tales como elección del preparado, presentación comercial: color, textura, forma de clasificarlo, tamaño, apariencia general, diferenciación del resto de medicamentos que toma, aparecen como indicadores que nos permiten controlar las posibles Reacciones Adversas a Medicamentos (RAM) a una sustancia concreta y marcar las diferencias con otro tipo de problemas.
- Relacionar características del proceso de envejecimiento con el fármaco en cuestión (sentidos, modificaciones gastrointestinales ,hepáticas, renales, disfunciones mentales...).
- Valorar los conocimientos previos sobre el tratamiento medicamentoso.
- Valorar la capacidad de aprendizaje y memoria para poder actuar en función de esas capacidades.
- Trabajar el área de motivación para cambiar posibles problemas de automedicación y seguimiento del tratamiento.
- Adaptar horarios de administración a las actividades cotidianas del anciano, teniendo en cuenta horario de sueño y comidas.
- Derivación periódica al médico de cabecera/especialista para revisión del tratamiento (global).
- Elaborar claves que ayuden a una correcta identificación y administración autónoma del tratamiento. Símbolos, colores, envases...
- Prevención de problemas de interacción y efectos secundarios.
- Prestar especial atención a los tratamientos complejos y a las pluripatologías.
- Garantizar un entorno óptimo siempre que se esté enseñando al anciano en la cumplimentación del régimen terapéutico.
- Incorporar las nuevas tecnologías para garantizar una mejor adherencia al tratamiento(dispensadores adaptados, sistemas de alarma que recuerdan el horario de la ingesta, dosificadores, etc.).
- Debemos plantearnos una serie de objetivos de carácter educativo respecto a los tratamientos farmacológicos para aumentar el nivel de cumplimentación y/o adherencia a los mismos.
- Los cambios en las personas mayores, sean del tipo que sean, deben ser tenidos en cuenta siempre. Cambios en su rutina habitual ,aparición de signos/síntomas como confusión, mareos, fatiga...
Hasta hace muy poco , todo lo que manifestaba la persona mayor se achacaba a la edad. Es evidente que los riesgos de los fármacos: interacciones, efectos secundarios, reacciones adversas, etc. se detectan cada vez con más frecuencia en este colectivo. Y no es que antes no se dieran, simplemente es que no se valoraban.
También es muy importante tener en cuenta aspectos de carácter observacional: lugar donde se guardan los fármacos ,cantidad de fármacosfecha de caducidad de los mismos, formas de almacenaje o condiciones en que los guardan :frigorífico, temperatura elevada ,cuarto de baño, etc.
Como recomendaciones en personas mayores:
- Hay que intentar que tomen el menor número de medicamentos posible.
- Prescribir formas farmacéuticas bien toleradas y con pautas simples y cómodas.
- Ajustar adecuadamente las dosis.
- Educar al paciente o familiares acerca del uso adecuado y correcto de los fármacos y de la importancia de la no automedicación.
Debemos trabajar fomentando la educación sanitaria, el ser reiterativos no hace sino mejorar el objetivo final que pretendemos: garantizar la mayor autonomía del anciano y/o familiares en la cumplimentación de los tratamientos farmacológicos y en definitiva mejorar su calidad de vida.
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